¿Qué va a ser de las mujeres del 81?
¿Qué será de los hombres?
Hermosos cuerpos y largas vidas se extinguen antes
de nacer y la mano inquisidora que las ahoga aprieta cada vez más
fuerte consiguiendo disfrutar de la agonía, creyéndose verdugo y mártir.
Hay niñas dentro de cántaros herméticos que levantan la voz
y piden muñecas, piezas de contrucción y hasta pelotas de goma.
Las chicas de mi tiempo suicidan su futuro
porque quieren, porque conscientes se vuelven inconscientes, porque no
saben y no las enseñaron. Porque tal vez tampoco quieran aprender.
Ellas que son trozos de espejo de
alguna parte de lo que fui y de algún momento en el que también temblé de frío,
no llegan a darme lástima. Ellas que de hermosas se vuelven feas y de listas
estúpidas, lejos de conmoverme me irritan y a pesar de todo
las amo con cierto pesar porque sin quererlo entre todas somos una.
También yo.
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